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Dentro de los factores que influyen en su rendimiento, limpiar la chimenea es uno de los que no siempre se tienen en cuenta. A veces, se da por supuesto que el interior de la chimenea está en perfectas condiciones cuando, en realidad, necesita una pasada.
Para ello, aquí explicaremos algunos de los aspectos básicos a tener en cuenta a la hora de limpiar una chimenea. En Fumistería somos expertos en el sector y ponemos a tu disposición nuestro asesoramiento especializado.
Lo primero que se ha de asimilar es que la limpieza y mantenimiento debería realizarse por parte de profesionales, ya que es la mejor manera de evitar posibles incendios y contaminación. Por ello, tenlo en cuenta antes de ser tú quien se aventure a limpiar la chimenea.
En cualquier tienda especializada encontrarás unos troncos para limpiar la chimenea de forma sencilla. Elimina los residuos que se acumulan en las paredes con el fuego originado por el tronco.
Esta técnica tiene la comodidad de que cualquiera puede hacerlo con un coste muy reducido, aunque también deberás tener en cuenta que el resultado también será menos satisfactorio que el que consigue un deshollinador profesional.
Otra técnica es la de volcar grava sobre la chimenea y remover el hollín. Ten en cuenta que la bolsa de grava puede ser muy pesada y que la seguridad está por encima de todo, así que cualquier medida de precaución será poca si quieres evitar accidentes.
De nuevo, el impacto de esta técnica de limpieza es algo menor de lo ideal, pero puede servirte para limpiar tu chimenea de forma rápida y sencilla.
Para limpiar la chimenea a conciencia debes utilizar con fuerza un cepillo especializado que te permitirá rascar el hollín adherido al tiro de la chimenea. Se trata de un trabajo duro y farragoso, así que recomendamos ponerte cómodo y con ropa vieja porque se manchará entera.
Evita la contaminación por monóxido con gafas de protección y algo que te tape la boca. Si bien es cierto que el resultado suele ser bastante bueno, ten en cuenta que puede suponer mucho trabajo especialmente si hay mucho hollín o lleva años sin ser revisado.
Una manera algo rudimentaria pero efectiva de limpiar la chimenea. Se ata una cadena a un alambre que se utilizará a modo de brazo extensible para rascar el hollín adherido al interior de la chimenea.
Se trata de una técnica efectiva, aunque deberás encontrar una cadena lo suficientemente grande como para poder limpiar toda la chimenea, pero no lo muy pesada o no podrás manipularla.
Si bien no existe una técnica en concreto para cada tipo de chimenea, sino que pueden utilizar varias, la lógica nos dice que deberás tener en cuenta factores como el tamaño de la chimenea. Por ejemplo, si el tiro es muy grande y la casa tiene hasta dos o tres pisos, será menos interesante la opción del cepillo, por ejemplo.
De cualquier manera, lo más recomendable es consultar con profesionales para conocer la mejor opción. Contacta con nuestros expertos en limpiar chimeneas y te aconsejaremos sin ningún tipo de compromiso.
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