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Dentro de la gran variedad de posibilidades que existen para reducir gastos, desde aquí queremos darte una serie de consejos para ahorrar luz.
La factura de la luz puede pasar de ser un mero trámite a convertirse en toda una pesadilla, ya que dependiendo del uso que hagas, su coste se puede ir por las nubes. Los aparatos eléctricos para el control de la temperatura pueden suponer un gran gasto y por eso nuestros profesionales expertos te dejan estas 7 recomendaciones.
En los hogares existen numerosos electrodomésticos que nos hacen la vida más fácil y aumentan nuestro confort: lavadora, nevera, congelador, horno, televisiones, ordenadores... A la hora de comprar electrodomésticos, se recomienda optar por los clasificados como A +.
Si tienen esa distinción, se garantiza que su consumo eléctrico está más reducido y se minimiza el gasto energético. A la larga, verás que pagas menos dinero en la factura, y es que necesitan hasta un 70% menos de electricidad que los electrodomésticos convencionales.
Contar con calefacción en tu vivienda es un lujo que cada vez se ha ido haciendo más accesible. Sin embargo, eso no quita que puede convertirse en un agujero para tu economía. No hay que confundir confort con un exceso de calor innecesario.
Un termostato o recuperadores de calor, te ayudarán a regular y programar la temperatura que deseas en cada momento, por lo que ahorrarás en calefacción. Por ejemplo, establecer diferentes modos para cada fase del día, o teniendo en cuenta cuándo vas a estar en casa, es una de las acciones con mayor incidencia en el gasto eléctrico.
En invierno se suele recurrir mucho a aparatos eléctricos para aumentar la temperatura de la casa. En ese sentido, son muy cómodos y prácticos, ya que rápidamente permiten quitar la sensación de frío. Sin embargo, puede disparar la factura de la luz.
Si tu casa es soleada, aprovecha para subir las persianas cuando el sol incida directamente, de manera que captas el calor natural y no tienes que gastar tanto. Igualmente, a la hora de ventilar tu vivienda, evita hacerlo a primera hora cuando las temperaturas son más bajas, ya que así el proceso de climatización será más rápido (y más barato).
Puede parecer una tontería, pero no solo nos debemos proteger del frío para salir a la calle. Si eres de los que están en su casa en manga corta durante el invierno, probablemente estés haciendo un uso excesivo de la calefacción.
Tampoco decimos que te pongas una chaqueta, pero sí que puedes utilizar calcetines gordos, pijamas de invierno o alguna camiseta interior de manga larga. ¡Cualquier ayuda es poca!
Cuando llegas a un piso o casa, lo normal es "heredar" la potencia contratada por los anteriores inquilinos. Sin embargo, cabe la posibilidad de que tú no tengas las mismas necesidades y puede llegar a suponer un alto porcentaje de la factura.
Si no vas a estar en una habitación, apaga la luz. No tiene ningún sentido dejarla encendida y es un gasto superfluo que puedes ahorrar. Igualmente, como hemos comentado en el punto del calor natural, la luz del sol puede sustituir una bombilla en muchas ocasiones, así que sube las persianas, abre las cortinas y tendrás la claridad que necesitas para vivir.
Últimamente se han puesto de moda las tarifas eléctricas con discriminación horaria. De este modo, si quieres aprovechar ciertas horas del día (o de la noche) para utilizar los electrodomésticos de mayor consumo (como la lavadora o el fregaplatos), contacta con tu suministradora y te oferta el mejor trato según tus preferencias.
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